En uno de sus últimos escritos, titulado «Profesión e identidad», Antonia Heredia nos transmitía cierto desasosiego cuando aseveraba que: «Ha llegado hasta mí una afirmación que, como archivera, me ha producido escalofríos: “Estamos en el camino de la construcción de la destrucción de la Archivística”». Sin entrar a analizar la creativa frase de un reconocido profesional catalán, creo que nuestra recordada archivera debía ser consciente que la archivística, tal como la entendíamos no hace mucho tiempo, había sufrido un «giro copernicano» en sus esencias y que, en el fondo, su actual devenir nos revelaba que nos encontrábamos ante su inminente transformación.