Tras cuatro meses de protestas en Kiev contra el Gobierno Yanukovich, con la Plaza Maidán como epicentro, y con duros enfrentamientos, parecía que la situación podía reconducirse. El 21 de febrero, Yanukovich y los principales partidos de oposición alcanzaron un acuerdo para invalidar las reformas constitucionales y adelantar las elecciones. Sin embargo, al día siguiente los milicianos autodenominados “autodefensas” del Maidán aprovecharon la ausencia de Yanukovich en Kiev al estar en una reunión con gobernadores y alcaldes del este del país en Járkov para asaltar las instituciones en Kiev y dar un golpe de Estado.