El premio Nobel de Física Niels Bohr decía: "El arma más fuerte de una dictadura es el secretismo, mientras que el arma más fuerte de la democracia es la apertura".
La idea que subyace bajo el concepto de gobierno abierto no es nueva y, de hecho, las administraciones públicas han incorporado instrumentos jurídicos para regular el acceso a la información y se han dotado de diferentes espacios para la participación excesivamente encorsetados y burocratizados para garantizar, de alguna manera, el control y la seguridad en esos escenarios.