
La reciente y cercana aparición -entre ellos- de dos textos normativos de diferente rango legal como son la Ley andaluza de Documentos, Archivos y Patrimonio documental de 3 de noviembre de 2011, y el Decreto del Estado que establece el Sistema español de Archivos y regula el Sistema de Archivos de la Administración General del Estado y de sus Organismos Públicos y su Régimen de acceso, de 18 de noviembre de 2011, me han dado pie para reflexionar sobre el uso de términos y conceptos archivísticos esenciales siempre susceptibles de revisión y de actualización. Revisión y actualización que no deberían ser compatibles con el invento y la discrecionalidad. Archivo, documento de archivo, gestión documental, entre otros.
La confrontación entre teoría y práctica en la que interviene la presencia de normas internacionales y sus traducciones ha supuesto un ejercicio práctico que puede resultar de interés para algunos.