La disciplina de la preservación digital ha acompañado a la evolución de las tecnologías de la información desde sus orígenes sin que los problemas identificados hayan sufrido grandes cambios. Sin embargo, el principal reto que se plantea para los próximos años tiene que ver con la gestión y preservación de volúmenes de información crecientes que exigen sistemas de almacenamiento y con funcionalidades derivadas de la era digital que superan a las ofrecidas por los soportes físicos convencionales. En esta línea se analizan y comparan los puntos fuertes y débiles de tres tipos de soluciones de almacenamiento: discos ópticos, cabinas de almacenamiento y servicios en la nube. Se concluye con que las soluciones en la nube proporcionan una respuesta más completa a las necesidades de preservación digital pero que ninguna solución de almacenamiento puede responder por sí sola con las exigencias de conservación de los objetos digitales a largo plazo.