En 2013 Mali se encontraba en pleno conflicto en el norte del país entre el Gobierno, autonomistas tuaregs, islamistas radicales y el ejército francés. Durante las escaramuzas que se sucedieron tras el repliegue de los islamistas radicales, una operación llevada a cabo contra un edificio sospechoso de ser utilizado por Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) por el ejército francés dejó una sorpresa muy interesante.