Cuatro de la mañana. Gritos. Aporrean la puerta: ¡Rápido, hay que evacuar! ¡Tienen un minuto para salir! Paremos aquí: ¿nos podría pasar? Perfectamente: incendio, terremoto, explosión, riesgo de derrumbe por las obras que tenemos pared con pared… ¿Se trata de un caso extremo? Tal vez. ¿Pudiera ser que nunca se nos dé esta circunstancia en la vida? También, aunque las probabilidades irían parejas. Ojalá no nos veamos nunca en esta disyuntiva pero si llegado el caso pudiésemos coger algo, ¿qué primaríamos: lo práctico o lo sentimental?, ¿un poco de todo? A través de su amplio catálogo de preferencias, The Burning House <http://theburninghouse.com> puede darnos una ligera idea al respecto