Desde la aprobación de la Affordable Care Act en Marzo de 2010, más conocida en la calle como ObamaCare, el sistema sanitario norteamericano está siendo uno de los centros de la actualidad política por los cambios que supone y el cuantioso gasto que está acumulando en las cuentas del Gobierno federal. La polémica más reciente, de este octubre de 2013, la protagonizó el portal que debía ser el primer paso para los ciudadanos americanos a la hora de contratar sus coberturas médicas, HealthCare.gov. Este ha resultado ser como un sonado fracaso en su implementación al ofrecer un portal confuso, inoperativo y fuera de servicio la mayor parte del tiempo, y a día de hoy todavía es difícil de cifrar el sobrecoste, que ya maneja estimaciones por encima de los 600 millones de dólares.