Los huevos de las aves han sido utilizados como simbología desde la más remota antigüedad. La simbología del huevo se sintetiza en el concepto de vida; es la eclosión vital que se renueva y permanece. La primavera es la regeneración de la vida, momento cumbre para unas culturas de base agrícola que con la llegada de esta estación inician el periodo vital, símbolo del eterno renacer.