Hunter S. Thompson inventó una forma extraña y desquiciada de hacer periodismo, un género que nació con él y, pese a sus numerosos imitadores, le acompañó al firmamento un día del año 2005 cuando fueron esparcidas al viento sus cenizas con un cohete de fuegos artificiales. A su estilo se le llamó periodismo gonzo, y tanto en su génesis como en su práctica habitual en revistas como Rolling Stone o Playboy cobra vital importancia el concepto de archivo. El último dinosaurio, que acaba de publicar la editorial Gallo Nero, ha buceado en la hemeroteca para recopilar las entrevistas más jugosas que concedió el Doctor Gonzo a lo largo de su carrera.