Schürrle avanza por la izquierda, se está quedando sin hueco, centra al interior del área donde aparece Götze que controla el balón con el pecho y sin dejarlo caer remata cruzado superando al portero argentino Romero, y es ¡gol de Alemania!
Este momento suponía el cuarto mundial para los alemanes y rompía la igualdad en la final más repetida en los mundiales de fútbol. Los partidos entre Argentina y Alemania se han convertido en un clásico. Hasta en tres ocasiones se ha celebrado esta final. Un enfrentamiento casi inigualable por la potencia y tradición futbolística de ambos países.