Es innegable que en ese afán de mejora que subyace en el grueso de las iniciativas orientadas a la transformación de la administración pública, entre otros aspectos en lo que tiene que ver con su funcionamiento, hemos ido etiquetando los proyectos en función del término de moda, términos que han permitido argumentar innovación, gestión de recursos, rendición de cuentas, evaluación de la calidad, eficiencia y eficacia en la gestión de recursos, apertura, transparencia, colaboración...