La importancia que supone esta invención ha sido, sin embargo, bastante descuidada en el campo de la historia de las tecnologías de la información en detrimento del carácter precursor concedido a las máquinas de tarjetas perforadas, como una tecnología que precedió a los ordenadores. Es necesario pensar en el archivador como tecnología y no como un simple mueble diseñado para archivar documentos. En ese sentido, pensar en cómo funcionó, cuáles eran sus funciones y quién lo utilizo. En definitiva, entender sus características y los problemas que se pensaba que resolvería.