Soy una entusiasta del género policíaco, de la novela negra y, en general, de la ficción literaria. También lo soy, aunque resulte chocante, del mundo que rodea a los archivos. Si creéis que es una combinación imposible, probad a poneros una bata blanca, unos guantes y una caja con expedientes, digamos, del patrimonio de nuestros vecinos allá por los inicios del siglo XX.