A estas alturas, consideraciones políticas al margen, no cabe duda alguna de que la historia reciente de Europa quedará escrita en los Anales pasando necesariamente por la figura de Margaret Thatcher. Idolatrada por algunos y aborrecida por tantos otros, ahora, más de dos años después de la muerte de quien fuera conocida como la Dama de Hierro, su archivo ha ingresado directamente en los fondos nacionales del Reino Unido. Sus herederos, que arrastraban una deuda en concepto de tasas administrativas por valor de £1.013.250, han liquidado la cantidad con la dación en pago de uno de los paquetes documentales más importantes de la política británica.