El cometido que se me había asignado para esta edición conmemorativa de los cien números de nuestra revista era que escribiera sobre los colaboradores que durante todos estos años han aportado desinteresadamente sus artículos y reflexiones. El principal problema al que me enfrentaba con ello es que a lo largo de este centenar de números han dejado su impronta otros tantos –probablemente mucho más- autores que han hecho de la revista lo que es hoy en día: un faro de la actualidad profesional y un referente básico de la información archivística en español, y sería injusto mencionar a unos y olvidar a otros. Máxime cuando muchos son o han sido maestros, otros compañeros y, los más, amigos. O limitarme a reproducir el listado interminable de todos ellos sin poder aportar nada sobre lo que han significado, si no para nuestra profesión, al menos para mi formación y aprendizaje. Además, he de reconocer que no poseo ni siquiera la mitad de la colección (cuando nació el Boletín Acal no era más que un pipiolo, aunque posteriormente haya ido haciéndome con algunos ejemplares antiguos). Por eso, y porque “por sus obras los conoceréis”, me limitaré a destacar cinco características que han ido definiendo el carácter de Archivamos y que son el reflejo de las virtudes de la gente que lo hace posible: el compromiso, la provocación, el rigor, la innovación y la pasión.