“Uno de los objetivos de la Asociación es el de ofrecer a sus miembros servicios susceptibles de asegurar su desarrollo y enriquecimiento, favoreciendo los intercambios y las comunicaciones internas y externas de ideas y conocimientos”. Con estas palabras, en el segundo cuatrimestre de 1991, comenzaba su andadura la publicación de la Asociación de Archiveros de Castilla y León (ACAL). Lo que en un primer momento fue un pequeño documento de 4 páginas, ha ido evolucionando hasta llegar en este trimestre del año 2016 a convertirse en una de las referencias más importantes para todos los que nos dedicamos, o queremos dedicarnos, al mundo de la Archivística y de la Documentación.