La Asociación de Archiveros de Castilla y León (ACAL) surgió en el año 1991 de la mano de Luís Hernández Olivera y de un grupo de profesionales asociados a la Escuela de Biblioteconomía y Documentación de la Universidad de Salamanca. Un proyecto innovador y desafiante, nacido en un contexto de una España recién integrada en la Comunidad Europea y de importantes cambios archivísticos en la comunidad de Castilla y León, con la publicación de su Ley de Archivos y Patrimonio Documental, que vendría a definir las bases de su Sistema Archivístico.
A las dificultades iniciales, superadas con mucho entusiasmo y espíritu de misión, le siguieron las primeras adhesiones, la preparación del primer congreso y la fuerte apuesta en un programa de formaciones y en el campo editorial. El enfoque que ACAL puso, a lo largo de los años, en el campo editorial contribuyó de forma decisiva para su reconocimiento no solamente de los profesionales sino también a nivel institucional, por las invitaciones que le han sido dirigidas en diversos grupos de trabajo de naturaleza técnica. La revista Tabula, de periodicidad anual, las monografías, los trabajos en colaboración y la publicación trimestral del Boletín ACAL (posteriormente Archivamos), han subrayado la actividad editorial de la Asociación, proporcionándole gran visibilidad en el medio académico y profesional.