Una mudanza suele comportar dos sentimientos. La nostalgia por lo que se deja atrás y la esperanza de que el cambio signifique una etapa mejor a la anterior. Esto es lo que estos últimos días deben haber sentido el Club Atlético de Madrid y sus aficionados. El estadio Vicente Calderón, la casa que en los últimos 51 años les ha visto disfrutar, sufrir y, en definitiva sentir la pasión del fútbol, cierra sus puertas y deja paso a una nueva, el Wanda Metropolitano.