Cuando nos disponíamos a empezar a celebrar el impulso al derecho de acceso que supondrá la próxima publicación en el BOE de la nueva Ley de Memoria Democrática, gracias en buena medida a la presión de las asociaciones de archiveros, nos amarga la fiesta la publicación del anteproyecto de Ley de Información Clasificada. Toca remangarse y volver de nuevo a la faena