Es habitual ver, en los breves reportajes que se dedican en televisión a actividades culturales en museos bibliotecas y archivos, cómo los profesionales que aparecen manejando las obras y/o los documentos llevan puestos unos guantes blancos. Yo mismo aparecí en un breve reportaje sobre la colección de registros sonoros en cilindros de cera que posee la Biblioteca Nacional de España. Recuerdo el comentario de una compañera del taller que me amonestó por no haberme puesto los guantes de rigor para dar una sensación de profesionalidad y delicadeza en su manejo. Le tuve que recordar aquel refrán español clásico: gato con guantes no caza ratones.