En el año 2006 Archivamos inicio la publicación de una serie de trabajos que, bajo el título de Viajes de la Memoria, planteaban explotar la faceta turística de los archivos. No se pretendía convertir a los archivos en museos. El propósito era el de terminar con la consideración de los archivos como sitios monopolizados por eruditos para tratar de convertirlos en espacios públicos. Queríamos que los archivos mostrasen las maravillas de la ingeniería o de la arquitectura que son y que se transformasen en centros de turismo cultural. Y que a través de la contemplación de sus bellezas conociesen los objetivos y las funciones que cumplen este tipo de instituciones. Se trataba de aprovechar las visitas turísticas para propagar la transcendencia de las funciones archivísticas.