Pese a que en nuestro país aún no se trate de un negocio muy consolidado, todos estamos familiarizados con el mundo del autoalmacenaje (self storage) gracias a las películas y series estadounidenses y más recientemente por los programas televisivos en los que se puja por el contenido de trasteros. Quien haya visto uno de esos programas tendrá en su retina la imagen de hileras de una especie de garajes cerrados con una trapa llenos de trastos la mayoría de las veces sin mucho orden ni concierto. El autoalmacenaje nace en los Estados Unidos debido a su cultura consumista y a la carencia de espacio para almacenar todo lo que se posee.