Las nuevas tecnologías abren puertas a nuevos problemas que exigen una resolución inmediata pues, ellas mismas, son productos de una sociedad de consumo vertiginosa y, como hijas de la misma, de vida y uso pasajeros. Sin embargo, es conocido por la comunidad científica de archiveros o bibliotecarios que esta vida efímera no puede confundirse con que sean objetos/documentos de insuficiente interés pues son fiel reflejo de un modo de pensar y de vivir. Esta carrera mediática e informativa obliga a la creación y permanente actualización de profesionales –individuales o en grupos de trabajo– especializados en este nuevo campo de la Archivística.