La pandemia a la que nos estamos enfrentando está obligando a las organizaciones -magnis itineribus y sin ninguna planificación previa-, a incorporar nuevas formas de trabajo “a distancia”, que está provocando que, curiosamente en pleno desarrollo del mundo digital, empecemos a tomar conciencia de cuán importante es la seguridad, la prevención y la responsabilidad relacionada con el comportamiento humano, la limitación de sus movimientos o la reducción de la actividad para ralentizar la curva de expansión y así poder reaccionar con los medios disponibles para minimizar el impacto en la salud de las personas