Los archivos de atrocidades son el primer eslabón de la lucha contra el olvido para evitar nuevos sufrimientos y destrucción. Los archivos que documentan los genocidios no son evidencias de terror pues raramente hay fotografías que muestren la violencia (el caso de Abu Ghraib es excepcional) pero si la contextualizan pues las personas que aparecen en los registros o en las fotos no sobrevivieron porque quienes les documentaron organizaron su muerte. En el trabajo central de este número Rosa López analiza las razones que justifican la existencia y necesidad de los archivos que testimonian los numerosos fracasos de la humanidad pero que además de la tradicional función memorística también deben añadir su utilidad como documentación de protesta.
