l venir a ser de la Archivística ha tenido lugar casi siempre en tiempos difíciles, a causa de las frecuentes crisis sociales, económicas, culturales, políticas, con las que ha dado en tropezarse y que también han contribuido a su conformación, pero que tampoco permiten hablar de una crisis propia de la Archivística. Después de todo, no debe ser fácil comenzar una construcción en el curso de distintas revoluciones, algunas guerras mundiales, la aparición de la vanguardia contemporánea, la crisis del 29, la desaparición de la macrociencia, la emergencia de varias contraculturas, la expansión de la democracia o la liberación sexual: como nacimiento, diríase abrupto, pero, no tanto en cuanto susceptible de verse envuelto en tales crisis, sino más bien en cuanto en su capacidad para dejarse impregnar por lo que de enriquecedor tuvieron las que le rodearon.