¿Qué consecuencias tiene el giro hacia el dato para nuestra profesión? ¿Qué papel están llamados a desempeñar los archivos y sus profesionales en esta era de los datos? La reflexión en torno a estas cuestiones constituyó el eje central del octavo Congreso de Archivos de Castilla y León que, entre los días 14 al 16 de abril, congregó a más de doscientos profesionales de la información, la documentación y los archivos, y a un plantel inmejorable de ponentes. Un Cacyl que, por primera vez, hubo de celebrarse íntegramente en línea, sin que esta circunstancia desmereciera en medida alguna la calidad de los contenidos que en él se abordaron y que en buena medida se reproducen en este número de Tábula .