Aunque el futuro es incierto en muchos sentidos al hablar del archivo del mañana resulta difícil no traer a la mente la cuestión de las tecnologías y de sus interacciones, por una parte, con nuestros procesos profesionales y, por otra, con la sociedad en la que y para la que ejecutamos estos procesos. Pero son muchos más los interrogantes que nos podemos plantear sobre el futuro. Muchas de esas preguntas que nos hacemos sobre cómo serán los archivos y también sobre cómo será el mundo en el año 2020 están en este nuevo número de Tábula. Dudas que hacen referencia a los conceptos archivísticos, a los usuarios y también a nuestros propios procesos y centros.
El entorno donde los archiveros tendremos que llevar a cabo nuestro trabajo, por completo digital con una población permanentemente conectada utilizando constantemente ítems de información y siendo ella misma ítem de información, es analizado por Luciano Floridi, Lee Rainie y Janna Quitney. Desde el ámbito del continuo de los documentos Frank Upward parte de que hay algo no está funcionando bien en los archivos y Lidia Iacovino explora algunos temas que resonarán en el futuro: el diluvio digital, la nube, la autenticidad y la responsabilidad.