Muchas disciplinas han hecho del sexo objeto de su estudio, pero en el archivo lo seguimos escondiendo. No sabemos los discursos sexuales que los archivos, como reflejo de las instituciones de poder, han construido; desconocemos la marginación de la documentación sexual a la que se situó fuera de los archivos, incluso de los personales; y nos falta conocimiento sobre las preservaciones de archivos realizadas para documentar y proteger a las minorías y a las victimas sexuales con el fin de promover, ente otras cosas, su reconocimiento y la justicia.
Con este número de Tábula nos acercarnos al estudio de los discursos sexuales que se contienen en los archivos y a revelar los procesos archivísticos que se han establecido por nuestra forma de percibir el sexo. Esta es nuestra modesta contribución al análisis de la sesgada e injusta narrativa del sexo que los archivos han levantado y a la consiguiente lucha para combatirla con la actividad profesional.